Comencemos desde el principio. ¿Qué es el bienestar?
El bienestar es un estado general de satisfacción, equilibrio y salud física, mental y emocional. Implica sentirse bien consigo mismo, mantener una buena calidad de vida y cuidar de aspectos fundamentales como la alimentación, el ejercicio, el sueño, las relaciones personales y el manejo del estrés. Es un concepto integral que va más allá de la ausencia de enfermedad; busca un estado de plenitud y armonía en las distintas áreas de la vida.
Así de simple y concreta es la definición que me ofrece la inteligencia artificial. Pero ¿qué tan fácil y concreto es lograr el bienestar en nuestras vidas?
La Búsqueda del Bienestar
¿Cuántos de nosotros hemos intentado alcanzar el bienestar? A lo largo de mi vida, he observado a muchas personas en esta búsqueda. Sin embargo, no todos lo logran, pues en el camino hacia la meta, muchos se rinden.
Hoy quiero compartir mi experiencia sobre cómo he logrado alcanzar el bienestar en mi vida. Desde pequeña, fui testigo de conflictos y maltratos intrafamiliares, situaciones que nos afectan profundamente a lo largo de la vida. Sin embargo, por alguna razón, decidí enfocarme en ver el lado positivo de las cosas. Tal vez mi deseo de que se terminen los conflictos que veía me llevó a anhelar momentos de calma.
Todo lo que nos sucede en la vida forma parte de nuestras decisiones. Así como conocí personas negativas y tóxicas, también tuve la suerte de cruzarme con seres maravillosos que me brindaron calma, paz, alegría y amor.
Mis padres, quienes me tuvieron muy jóvenes, siempre los he amado, respetado y admirado. A pesar de sus limitaciones, hicieron todo lo posible por darme lo mejor. Al casarse a tan temprana edad, trabajaron arduamente, y mientras ellos lo hacían, cada una de mis hermanas y yo nos quedábamos en casas diferentes, en casa de un tío o, en mi caso, con mi abuelito y sus hermanas. Siento que fui la más afortunada, ya que fui criada por personas mayores, quienes me trataron como a una princesa.
Fui introducida a la estructura, la disciplina, el orden, la comida sana y la belleza de la playa. Aprendí a coser, a rezar el rosario, a sembrar árboles y a sacar escamas de los pescados que cazábamos en la playa, momentos que se convirtieron en verdaderas aventuras y que aún hoy me llenan de felicidad.
Ellos ya no están en este mundo, y lamento no haberles expresado suficiente mi agradecimiento por todo el amor y cuidado que me brindaron. Sin duda alguna, la mejor parte de mi niñez fue junto a ellos, especialmente en aquella pequeña y sencilla casa frente al mar, donde podía escuchar el sonido de las olas y caminar con mi abuelo, desafiando juntos la furia del mar.
Es fundamental para mí compartir esta parte de mi vida, ya que a lo largo de los años experimenté momentos difíciles, pero también viví instantes de gran felicidad. Aunque tuve a mi alrededor personas negativas, también conocí a muchas personas hermosas que me cuidaron y me dieron su amor. Aprendí a quedarme con lo positivo y valorar lo que cada uno de ellos me brindó: sonrisas, abrazos y la paciencia para enseñarme a leer y a escribir. Estoy segura de que si reflexionas, encontrarás en tu vida también a personas que te ofrecieron amor y paz.
Mi Camino hacia el Bienestar
Ahora, después de compartir esta parte importante de mi historia, les contaré cómo llegué a vivir en bienestar.
Cuando era adolescente, me sentaba con mi mejor amiga, «la Falco». Ella decía que a los 18 años se iría de casa. Y así lo hizo; se fue a Estados Unidos y se convirtió en una gran profesional con una hermosa familia. Por mi parte, a los 18 años me gradué del colegio, quedé embarazada de mi enamorado y nos casamos. Fui madre y comencé desde cero una nueva etapa de vida y con ella mi propia familia. No fue nada fácil, ni a esa edad ni ahora.
Iniciar una nueva etapa, dejar mi casa, tener mi propia casa con un esposo y un hijo desde cero, fue un desafío, pero valió la pena. Hoy, 25 años después, seguimos juntos, enamorados y con tres hijos, de los cuales dos ya son adultos.
A lo largo de los años, he sido madre, esposa, ama de casa, terminé la universidad, comencé mi empresa de marketing y tuve un programa de televisión en medios de comunicación. Continué estudiando marketing y coaching, y cuando estaba en la cima de mi carrera, por razones de la vida, tuve que mudarme a otro país, comenzando todo de nuevo en un lugar lejano. Junto con mi esposo, logramos construir un nuevo hogar en este nuevo país, y aunque tuve que renunciar a una parte de mi vida profesional, sé que todo ha valido la pena, pues para mí, mi hogar es lo más valioso.
A los 27 años, me diagnosticaron hipotiroidismo y enfrenté muchos problemas hormonales. A los 30 años, quedé embarazada de mi tercer hijo y perdí a la bebé dentro de mí a los cuatro meses de gestación, lo cual me devastó emocionalmente. Sin embargo, unos meses después, quedé embarazada nuevamente, sin planificarlo, y ese es el bebé que actualmente tiene 11 años.
Hoy, a mis 43 años, después de tres largos años de cambios hormonales desafiantes y de enfrentar dos operaciones de útero, me he encontrado con una menopausia precoz.
Como pueden ver, mi vida ha estado llena de buenos y malos momentos, pero he decidido enfocarme en lo positivo y agradecer todo lo que tengo. Aprendí a vivir en gratitud, lo que me permitió apreciar más cada día de mi vida y todo lo que contribuye a ella.
Cómo Conseguir Vivir en Bienestar
Entonces, ¿cómo logré vivir en bienestar? Aprendí a enfrentar cada etapa con valentía y gratitud, siempre recordando que las cosas podrían ser peores. Mis padres me enseñaron a ser valiente y a no rendirme. Ahora entiendo que a veces uno se puede rendir, y a veces simplemente puede dejar de intentarlo, pero la decisión de cómo quiero vivir es mía, especialmente respecto a cómo quiero que vivan mis hijos.
A través de cada día, aprendí a cuidarme en lo físico y lo mental, haciendo ejercicio, practicando yoga, meditando, corriendo y bailando. Aprendí a darme espacio y a cuidar de mí misma. Se trata de decidir cómo quiero vivir, más que de tener dinero o no.
El bienestar es un estado en el que se encuentra calma, armonía y paz mental, donde lo físico y lo emocional están integrados y en equilibrio. No se trata de una receta específica; es una elección sobre cómo quiero vivir y cómo veo la vida que tengo.
Reflexiones Finales
Para lograr el bienestar, propongo las siguientes reflexiones:
1. Aceptar nuestra vida tal y como es.
2. Agradecer por lo que tenemos y por las personas que están a nuestro lado.
3. Ser flexibles, recordar que no siempre todo será como deseamos; a veces las cosas se presentan de maneras inesperadas, y es esencial abrirnos a ello. El tiempo de Dios es perfecto; aprender a confiar es fundamental.
4. A veces, no hacer nada es en sí mismo hacer mucho. Lograr el bienestar depende de tus decisiones sobre cómo quieres vivir. Pregúntate: ¿las personas que elegí para mi vida me suman o me restan? ¿La comida que consumo me beneficia o me perjudica?
Sal a caminar hoy en vez de quedarte frente a una pantalla. Juega con tus hijos en lugar de pasar tiempo en redes sociales. Invita a tu pareja a pasear en vez de quejarte. La vida está llena de elecciones que nos suman o nos restan. El poder está en cada uno de nosotros; nuestro bienestar es una decisión que influye enormemente en la vida de quienes nos rodean.
Así que empieza poco a poco a cambiar tus prioridades. Date un gusto, atrévete a buscar nuevas experiencias, como inscribirte en una clase de yoga o bailar. Busca reír y salir de tu zona de confort. Agradece que hoy estás vivo/a, que eres completo/a. Decide tú mismo/a vivir en bienestar; nadie más lo hará por ti.
Stefania Barquet
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