Stefania Barquet

Psicología Positiva: una mirada al bienestar que transforma

En un mundo donde constantemente enfrentamos desafíos personales, profesionales y emocionales, cada vez se vuelve más necesario hablar de bienestar, propósito y fortalezas. Desde mi visión como coach en bienestar y desarrollo personal, la Psicología Positiva no es solo una herramienta, sino una guía profunda para acompañar procesos de transformación reales, sostenibles y centrados en el ser humano.

¿Qué es la Psicología Positiva?

La Psicología Positiva es una corriente dentro de la psicología contemporánea que estudia lo que sí funciona en las personas. Lejos de enfocarse únicamente en la enfermedad o el trauma, como tradicionalmente lo ha hecho la psicología clínica, esta disciplina busca entender y potenciar aquello que nos hace florecer: las emociones positivas, las fortalezas personales, la resiliencia, el optimismo, el sentido de vida y las relaciones sanas.

Fundada por Martin Seligman a finales de los años 90, esta corriente ha venido cobrando fuerza en todo el mundo. Y no es para menos: ofrece un enfoque que nutre la salud mental, promueve el bienestar emocional y abre caminos de transformación desde la conciencia y el propósito.

Psicología Positiva: un complemento a la psicología tradicional

No se trata de reemplazar lo existente, sino de complementarlo. La Psicología Positiva no niega el dolor, ni evita mirar el sufrimiento humano. Por el contrario, propone equilibrar la mirada: si ya entendemos lo que duele, ¿por qué no estudiar también lo que nos fortalece?

Desde esta perspectiva, podemos mirar al ser humano no como alguien que debe ser “arreglado”, sino como alguien que puede descubrir sus propios recursos internos para vivir con mayor plenitud. Este enfoque es el corazón de mi visión de coaching: acompañar procesos donde la persona pueda reconectarse con su esencia, sus valores, sus talentos y su propósito de vida.

Aplicaciones de la Psicología Positiva en la vida real

Una de las riquezas de la Psicología Positiva es su versatilidad. Sus principios y herramientas pueden ser aplicados con impacto real en distintos grupos humanos: niños, adultos, y también a nivel organizacional.

Niños y adolescentes

En la infancia y adolescencia, trabajar con fortalezas y emociones positivas tiene un impacto directo en el desarrollo de la autoestima, la empatía y la resiliencia. Algunos ejemplos de aplicación incluyen:

  • Ejercicios de gratitud diarios para mejorar el estado de ánimo.
  • Identificación de fortalezas personales a través del juego o dibujos.
  • Prácticas de mindfulness para gestionar el estrés escolar y emocional.
  • Programas escolares que integran el bienestar emocional como parte del currículo.

Cultivar desde edades tempranas una mentalidad enfocada en lo que sí se puede, en lugar de lo que falta, crea bases sólidas para una vida emocionalmente más saludable.

Adultos

En adultos, especialmente en momentos de cambio, crisis, agotamiento o búsqueda de sentido, la Psicología Positiva ofrece herramientas concretas para reconectar con el bienestar personal:

  • Ejercicios de visualización para proyectar la vida deseada desde la autenticidad.
  • Acompañamiento en procesos de coaching que integran fortalezas y propósito.
  • Diseño de rutinas de autocuidado emocional basadas en valores.
  • Prácticas de agradecimiento, journaling y movimiento consciente.

En mis sesiones, es frecuente ver cómo pequeños cambios en la forma de interpretar la vida generan grandes transformaciones. Cuando aprendemos a mirar nuestras fortalezas, algo se enciende dentro.

Empresas y organizaciones

La Psicología Positiva también ha llegado al mundo corporativo. Cada vez más empresas buscan integrar el bienestar como parte de su cultura organizacional. ¿Por qué? Porque el bienestar emocional impacta directamente en la productividad, el liderazgo y el compromiso del equipo.

Ejemplos de aplicación en entornos laborales:

  • Talleres de fortalezas de equipo para mejorar la comunicación y el clima laboral.
  • Programas de liderazgo positivo centrado en empatía y visión compartida.
  • Dinámicas de gratitud en reuniones para mejorar la conexión y el reconocimiento.
  • Evaluaciones de clima emocional con enfoque positivo.

En mis talleres corporativos, siempre propongo ejercicios simples pero potentes que abren espacio a conversaciones distintas, más humanas, más auténticas, más transformadoras.

El poder de las fortalezas personales

Uno de los pilares más importantes de la Psicología Positiva es el modelo VIA de Fortalezas del Carácter. Esta herramienta clasifica 24 fortalezas universales agrupadas en 6 virtudes, como la sabiduría, el coraje, la humanidad o la templanza.

Identificar nuestras fortalezas no solo eleva la autoestima, sino que nos permite vivir con mayor sentido de coherencia. Cuando actuamos desde lo que naturalmente nos fortalece, todo fluye con más claridad.

En coaching, el trabajo con fortalezas es una brújula. Nos permite diseñar acciones concretas desde la autenticidad, sin forzar cambios que no resuenan con la esencia de la persona.

Una tendencia en crecimiento

Hoy, la Psicología Positiva es más que una corriente. Es un movimiento global que ha permeado escuelas, universidades, espacios terapéuticos, empresas, programas de salud y procesos de coaching. Su lenguaje ha demostrado ser universal: todos queremos sentirnos bien, vivir con sentido, y conectar con lo mejor de nosotros mismos.

En un mundo que muchas veces enfatiza el rendimiento, la competencia o el perfeccionismo, este enfoque ofrece un respiro. Una invitación a volver al centro, al ser, a lo esencial.

Mi visión: Coaching con propósito y mirada positiva

En mi trabajo como coach de bienestar y desarrollo personal, integro la Psicología Positiva como una herramienta clave. No creo en fórmulas mágicas, pero sí en procesos conscientes, donde cada persona pueda mirarse con compasión, reconocer sus recursos y crear una vida más auténtica y alineada.

Trabajo desde el ser, no desde el deber. Desde el poder interno, no desde la exigencia externa.

Y lo más hermoso de este camino es que cada transformación es única. Acompañar desde esta mirada es confiar en la capacidad de cada ser humano para reconectar con su luz, incluso en los momentos más nublados.

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