TODOS SOMOS PARTE DEL CAMBIO

Existen muchos tipos de trastornos mentales, unos más graves que otros y se presentan a cualquier edad, cada vez son más comunes.

La ansiedad es uno de los causantes más frecuentes de los distintos tipos de trastornos como la depresión que a muy breves rasgos es una sensación de tristeza frecuente, perdida de interés, del placer, sentimiento de culpa, y que si no se la detecta a tiempo puede tener terribles consecuencias como el suicidio.

Según data de la organización mundial de la salud al menos el 5% de la población adulta mundial tiene depresión

Lamentablemente en niños y adolescentes las cosas no son positivas y también los indicadores están en aumento, mucho más a raíz de la pandemia y el uso descontrolado de los dispositivos electrónicos, redes sociales, etc..

Muchas veces cuando en casa hay algún caso de depresión, ansiedad o cualquier otro tipo de diagnóstico de este tipo en un niño o adolescente, los padres que tienen la posibilidad   buscan la ayuda profesional psicológica y se genera el proceso de identificar si efectivamente la persona tiene un diagnóstico y necesita algún tipo de tratamiento.

Soy de las que está de acuerdo en que, si tenemos la posibilidad de buscar ayuda profesional, entonces hagamos todo lo posible para encontrar la forma de ayudar y seguir un proceso de terapia o de dotar a nuestros hijos con todas las herramientas que nos ayuden a facilitar el camino del día a día.

Apoyar al niño o adolescente es fundamental y necesitan el soporte tanto del profesional como de la familia, pero algo que creo es mucho más efectivo o que puede sumar muchísimo más al proceso de terapia del niño o adolescente es que todo el círculo familiar sea parte del proceso de mejora.

¿Cómo podemos ayudar? Lo primero es llevarlo a ayuda profesional pero así mismo nosotros los que convivimos en el mismo hogar y nos llenamos de estrés, de irritación porque no sabemos cómo manejar el día a día, podemos buscar ayuda y tratar de que la convivencia sea mucho más llevadera para todos.

Esto es posible aplicando herramientas de mindfulness que nos ayudaran a llegar a la calma, a estar conscientes de nuestras propias emociones, a veces como padres solo nos preocupamos de ayudarlos a ellos, pero nos olvidamos por completo de cómo nos sentimos y sobre todo, de cómo reaccionamos frente a las distintas situaciones que nos pasan.

Y existen momentos en los que nos peleamos con nuestra pareja o con nuestros otros hijos, nos encerramos en un mundo de angustia y desesperación, esto nos afecta a todos y sobre todo al niño a adolescente que está pasando su problema.

Por esto es importante estar conscientes de nuestras emociones para que así como padres, hermanos, abuelos, podamos aprender a autorregularnos, calmarnos y desde esa tranquilidad convivir con todos y entre todos, hacer que la vida sea más llevadera y así la calma será algo que fluya en el hogar y esto solo será beneficioso para todos, ayudando a que la forma de acercarnos a nuestro hijo sea más fácil, sin tanto miedo a equivocarse, esto ayudará a  que todos estén en la misma sintonía de armonía que llevará a un bienestar familiar pero también individual.

Como padres debemos estar bien para que ellos estén bien, sino todo lo que sentimos se lo transmitimos, sé que no es fácil, pero hay herramientas que nos pueden ayudar,

Primero:  Estar conscientes de que hay un problema,

Segundo: Que ya estas buscando la ayuda profesional para tu hijo, y ahora hay que enfocarse en cómo ayudarnos a nosotros mismos y al resto que vive en la misma casa y así todos podamos ser parte de este proceso tan importante, que con herramientas como la meditación, la atención plena, la respiración consciente nos ayudaran a mejorar.

Al menos 10 minutos al día, poner en práctica técnicas como:

• Como madre o padre tomar el liderazgo de crear espacios de meditación y relajarse 10 minutos al día (puede ser antes de iniciar las actividades de deberes)
• ¿Agradecer entre todos hablar qué agradecemos hoy?
• Ante una situación complicada, hacer ejercicios de respiración consciente, al menos respirar 5 veces de manera profunda y en silencio. (así sea que solo lo hagas tú, recuerda que tu ejemplo y reacciones es el espejo en el que ellos se proyectan).
• Poner música relajante  de yoga o meditación

Tu eres el ejemplo más bonito que tu hijo tendrá y la forma en la que le ayudes a experimentar espacios de bienestar solo ayudarán a que todos tengan calma y encuentren espacios de relajación y alegría juntos.

Stefania Barquet

Potenciemos tus fortalezas